ROMERÍA DE LA VIRGEN DEL CISNE
Conforme a la investigación histórica del
Canónigo Francisco Riofrio descrita en su libro LA ADVOCACIÓN DE NUESTRA SEÑORA
DEL CISNE, desde tiempo inmemorable se celebran las romerías a nuestra ciudad
por iniciativa del Cabildo “titulo de Patrono y Protector del Cisne”; esta tradición es mencionada en la acta más
antigua que se registra en el archivo Municipal de fecha 21 de septiembre de
1779, y que “ya desde aquel entonces estaba establecida y en práctica
corriente, una cierta ritualidad observada por las autoridades y vecinos, la
misma que había seguido como norma y
regla cuantas veces se ordenaban dichas romerías” al Cabildo pertenecía el
deber de trasladarse en Corporación al encuentro de la Imagen.
A
partir del año de 1830 las romerías adquieren fechas fijas, dando cumplimiento
a lo dispuesto por el Libertador Simón Bolívar mediante decreto suscrito en la
ciudad de Guayaquil el día 28 de Julio de 1829, como respuesta favorable a la
petición del Cabildo Lojano: “Pídase la traslación de la romería del Cisne a
esta Capital, exenta de todo derecho”.
El Libertador Bolívar no tardó en conceder
la gracia que se pedía, expidiendo al efecto un decreto que dice: “Simón
Bolívar, Libertador, Presidente de Colombia, etc,etc. Vista la petición
de varios vecinos de Loja con el informe de la Junta Provincial del Distrito, y
deseando arbitrar del mejor modo la suerte de los pueblos que a
consecuencia de la pasada guerra han tocado a su ruina, decretó: Art. Único: Se
concede privilegio de feria y exención de derechos a todos los efectos que se
expendan en ella, desde el 1 de agosto hasta el 12 de septiembre de cada año, durante
la festividad de Nuestra Señora del Cisne, que antes se celebraba en la
parroquia de ese nombre, y que de acuerdo con la Autoridad Eclesiástica de
aquella Diócesis, se trasladará anualmente a la ciudad de Loja. El Secretario
del Despacho General, queda encargado de la ejecución de este Derecho. Dado en
Guayaquil el 28 de Julio de 1829.- Por su Excelencia el Secretario
General.-José D. Espinal”.
Las festividades que se inician con la
llegada a nuestra ciudad de la imagen de la Virgen del Cisne representan un
acontecimiento enraizado en las tradiciones religiosas y culturales más
significativas del pueblo de Loja, en el que nuestro Cabildo siempre ha
cumplido el papel protagónico. Jamás esta entidad, con su Alcalde a la cabeza,
renunciará a ejercer con responsabilidad el mandato que le ha entregado el
pueblo, a sumir con firmeza esta representatividad y a cumplir con sus
objetivos en busca del desarrollo integral de Loja, que implica no solamente el
ámbito económico sino también el rescate y protección de nuestros valores
religiosos y culturales que contribuyen significativamente a configurar la base
de la lojanidad, sentimiento con el que todos nos identificamos.
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